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Alegaciones ampliación vertedero de Alicante

Ecologistes en Acció del País Valencià ha presentado alegaciones a la solicitud de autorización ambiental integrada (AAI) presentada por Ingeniería Urbana S.A. para la ampliación de la capacidad del vertedero de Alicante y la tipología de residuos.

Ingeniería Urbana S.A, mercantil concesionaria del Ayuntamiento de Alicante para la recogida y tratamiento de los RSU generados en la ciudad de Alicante pretende aumentar en un 50% la capacidad del vertedero (de 3,15 a 4,64 millones de toneladas), tan sólo cinco años después de su puesta en marcha, que fue inaugurado en 2005 con una vida útil de 21 años.

Consideramos, que el problema de la gestión de las basuras se ha convertido en uno de los principales problemas medioambientales de nuestra Comunidad. La nefasta gestión por parte de la Consellería y de otras administraciones, como los ayuntamientos, nos esta llevando a una situación totalmente insostenible.

La justificación que se da para ampliar la capacidad del vertedero tiene que ver con la entrada masiva de residuos procedentes de otras zonas distintas a la zona XVI, con un ámbito reducido a la ciudad de Alicante, incumpliendo el principio de proximidad y autosuficiencia, uno de los principios básicos del Plan Integral de Residuos de 1997. Se afirma que la entrada de los residuos al Centro de Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos (CTRSU) se realiza a través de la planta de tratamiento, que recupera los materiales que se destinan a gestores autorizados. Sin embargo, en el caso de los residuos procedentes de otros Planes Zonales eso no es cierto, ya que hay una entrada de Residuos Sólidos Urbanos en bruto que no pasan por la planta de tratamiento y van directamente al vertedero. Esta planta de tratamiento del CTRSU no utiliza las mejores tecnologías disponibles, pues su bajo rendimiento en la recuperación de materiales así lo atestigua.

El proyecto también plantea el diseño de los “biorreactores” (mediante la recirculación de los lixiviados producidos por los RSU), que están en fase de investigación y desarrollo en los EE.UU. El proyecto de convertir las celdas clausuradas en “biorreactores” presenta algunos problemas (inestabilidad del vertedero, incremento de las emisiones gaseosas, aumento de olores, inestabilidad de los sistemas de impermeabilización de la base del vertedero, filtraciones superficiales y riesgo de incendio del vertedero) que no se resuelven el mismo.

También se incumple en varios apartados el borrador de Desarrollo Técnico del Decreto por el que se regula la llamada “eliminación” de residuos mediante depósito en vertedero. No hay una descripción o inventario de cursos fluviales (ríos, arroyos) y masas de aguas (lagunas, manantiales, charcas), y no existe una descripción y delimitación de los acuíferos. Además, en la zona de la nueva celda quinta no se cumplen los criterios geológicos de protección del suelo y las aguas subterráneas. Tampoco se cumple la condición de que la distancia vertical entre la cota mínima del fondo de excavación o de apoyo del sistema de impermeabilización artificial y el nivel freático medio sea superior a 2 m para vertederos de residuos no peligrosos, como es este caso.

En la documentación de la solicitud de la AAI no existe el preceptivo Estudio de Integración Paisajística exigido por el Reglamento de Paisaje de la Comunitat Valenciana. Tampoco existe un estudio de alternativas en el Estudio de Impacto Ambiental y se incumple la Ley de Evaluación de Impacto Ambiental y el Reglamento de la Ley 2/1989, porque existen alternativas de más bajo impacto ambiental que las elegidas por el proyecto.

Todo esto nos lleva a rechazar la ampliación del vertedero de Alicante y a exigir a las administraciones responsables que hagan de una vez por todas su trabajo, que es la de gestionar los residuos adecuadamente y desarrollar las instalaciones previstas en el PIR 1997, evitando los tremendos problemas que esa pésima gestión están ocasionando a los ciudadanos y al medio ambiente, creando una gran alarma social y abocando a la ciudadanía a la movilización, no sólo por cuestiones de salud y ambientales, sino por el oscuro negocio que se mueve detrás de este problema.