Se ha desatado una polémica en Andalucía al plantear algunos alcaldes que los parques naturales son un freno al desarrollo, y que hay que disminuir las normas de protección. Creía que el dilema conservación-desarrollo estaba superado hacía tiempo, pero estos alcaldes remueven irresponsablemente rencores atávicos contra los espacios naturales. No es una novedad que ante la incompetencia en la gestión, los políticos invoquen causas ajenas, en este caso apuntando a los parques naturales.

Quien lidera esta campaña es alcalde de Alcalá de los Gazules (Cádiz), municipio del Parque Natural Los Alcornocales, que es uno de los que más subvenciones y ayudas públicas recibe de Andalucía, entre otras cosas, por ser cuna de destacados dirigentes socialistas. Alcalá ha tenido todas las oportunidades para su desarrollo, y no las ha aprovechado. Pasa una autopista a sus puertas –algo que desde posiciones desarrollistas se considera positivo–, junto a la que se han recalificado 420.000 m2 de suelo para construir dos grandes polígonos industriales, que se encuentran casi vacíos. El sector terciario de Alcalá se basa en el turismo ligado al Parque Natural. La principal fuente de empleo es el Parque, donde llegan a trabajar 400 personas empleadas por la Junta y por empresas públicas. ¿El Parque freno al desarrollo?

Déficit de gestión

En los parques naturales andaluces no hay exceso de protección, hay un déficit de gestión que redunda en un cierto malestar de los vecinos, que ven eternizarse autorizaciones por obras menores, mientras contemplan atónitos cómo se tramitan con diligencia obras de enorme envergadura e impacto ambiental. Mientras se ponen trabas a reformas de viviendas existentes, o a la construcción de naves agrícolas y ganaderas, se autoriza por parte de la Consejería de Medio Ambiente grandes obras de infraestructuras y recalificación.

En Los Alcornocales se han recalificado 560.000 m2 para construir una urbanización, un hotel y un centro comercial. ¿Éste es el destino que pretenden darle los alcaldes a un espacio de valor e importancia internacional? Este Parque está declarado Reserva de la Biosfera e incluido en la Red Natura 2000. Conforma un patrimonio único en Europa. Conservarlo y aprovecharlo de manera sostenible es una responsabilidad de todos, y muy especialmente de los Ayuntamientos que tienen el privilegio de administrar municipios ubicados en este paraíso natural.

Las medidas de protección están para garantizar los bienes de interés público, no para aumentar la burocracia. La incompetencia administrativa de la Consejería de Medio Ambiente provoca más malestar entre los vecinos de los parques naturales que las medidas de protección que contemplan los PORN o PRUG. Si hay que incluir algunos cambios en estos planes deben ir dirigidos a favorecer la reforma y rehabilitación del enorme patrimonio cultural de los parques naturales (cortijos, casas rurales, almazaras, molinos…), y no a flexibilizar normas para así poder urbanizar los espacios protegidos, que es en definitiva lo que pretenden estos alcaldes.

A esta exigencia de los alcaldes ha respondido la Junta de Andalucía, con inusitada presteza, anunciando que modificarán hasta siete leyes medioambientales para agilizar actividades económicas. Se pretende eximir a ciertas actividades de autorización ambiental en espacios protegidos, o acelerar la tramitación de macrourbanizaciones con campos de golf. Todo un ejemplo de lo que nunca se debe hacer: defender que para favorecer el desarrollo hay que desproteger la naturaleza. Sencillamente lamentable.

Juan Clavero, Ecologistas en Acción de Andalucía. El Ecologista nº 59