En los últimos 15 años han caído un 40% en su cabecera

Desde hace ya tiempo, numerosos expertos nos vienen alertando de una progresiva desertización en gran parte del territorio español por causa del cambio climático, aún cuando las consecuencias no se habían manifestado con claridad. Pero hoy día estas predicciones ya se están haciendo sentir y amenazan con ser un grave problema en ciertas regiones del sureste español. En este texto nos referiremos a una de ellas, la fuerte disminución de las aportaciones hídricas de la cuenca del río Segura.

Carlos José Rubio

El Plan Hidrológico de la Cuenca del Segura, documento aprobado en 1997 al amparo de la Ley de Aguas de 1985, contempla unos valores medios anuales de aportaciones hídricas naturales en diferentes puntos geográficos de los cauces que conforman la cuenca hidrográfica del Segura. El cálculo de estos valores medios de aportaciones naturales se ha realizado partiendo de registros de series de datos de diferentes aforos ubicados y repartidos por toda la cuenca. Dichas series abarcan desde 1940 a 1990.

Este cálculo de aportaciones arroja unos resultados de 432,80 hectómetros cúbicos anuales (hm3/a) en el cauce del río Segura a la altura del embalse de Cenajo, y de 181,56 hm3/a en el cauce del río Mundo a la altura del embalse de Camarillas. Se citan particularmente estos datos porque corresponden a valores de aportaciones naturales únicamente de la cabecera de la cuenca hidrográfica del Segura, teniendo estos datos más fiabilidad que el resto: al no existir cultivos extensivos en esta zona se minimiza el error cometido en los cálculos debido a detracciones de agua no conocidas hacia esos cultivos. Estas detracciones pueden ser desde el propio cauce o bien desde pozos, y si son cuantiosas pueden alterar en gran medida los resultados finales del cálculo de aportaciones naturales.

Si se sigue el mismo proceso de cálculo de aportaciones naturales que el realizado para la elaboración del Plan de Cuenca, pero esta vez para las series de aforos desde 1990 hasta septiembre de 2005, se obtendrán unos resultados en los mismos puntos citados antes, en torno a 257 y 115 hm3/a. Estos datos son cerca de un 40% inferiores a los citados en el Plan de Cuenca. Ello significa que en los últimos 15 años se ha producido un descenso de las aportaciones naturales en la cabecera de la cuenca del 40%, de la cual el río Segura recibe la mayor parte de sus recursos hídricos.

¿Son ciertos estos datos? El estudio se basa en datos oficiales de aforos y además en los mismos puntos de aforo que los usados en el cálculo de aportaciones naturales para el Plan de Cuenca, por lo que se trata de datos de bastante solidez.

La principal causa: el cambio climático

La fuerte sequía acontecida durante el periodo 1990-1995 sin duda colabora en la obtención de estos bajos resultados de aportaciones, pero a mi juicio no justifica esta reducción de casi el 40% en las aportaciones naturales en tan solo 15 años.

Se intuye en primer lugar como causa principal de este fenómeno una reducción de las precipitaciones en la cabecera de la cuenca. Si se analiza una serie concreta de precipitaciones propia de la cabecera de la cuenca, póngase como ejemplo la estación ubicada en el embalse de Cenajo, se aprecia claramente en ella la gran sequía sufrida en los años 1990-1995 (gráfico 1) sin duda la mayor desde 1950, con el valor de precipitación anual más bajo de toda la serie, en torno a los 400 mm. También hubo periodos secos, con valores anuales que rondaron los 500 mm. Por el contrario hubo periodos muy lluviosos en 1969 y 1998, cuyos valores anuales fueron de 2.000 y 2.200 mm respectivamente. Pero a pesar del carácter cíclico acusado con que se presentan las precipitaciones, la media de precipitación se mantiene con un valor casi constante durante todo el periodo 1950-2005, en torno a 1.000 mm.

Gráfico 1: Precipitaciones anuales en el embalse del Cenajo. El gráfico ha sido elaborado con datos anuales de precipitación en el embalse de Cenajo. El ajuste polinómico da una media anual de 1.000 mm en toda la serie.

Ahora bien, si desde 1950 han permanecido relativamente constantes las precipitaciones en la cabecera de la cuenca, ¿cuál ha sido la principal causa de la disminución de las aportaciones? Es lógico pensar en una variación de las temperaturas como causa del fenómeno, ya que la temperatura está ligada a la tasa de evaporación del agua superficial.

Gráfico 2: Temperaturas en el embalse de Fuensanta. El gráfico ha sido realizado con datos máximos y mínimos diarios de temperaturas que corresponden al embalse de Fuensanta. La curva de tendencia de las temperaturas máximas refleja un claro aumento de las temperaturas en torno 2ºC desde 1982.

La disminución de aportaciones hídricas en la cuenca hidrográfica del Segura es una consecuencia del aumento de temperaturas global. Esta disminución de caudales fluyentes está ocasionando grandes problemas no sólo a la agricultura, sino también al suministro doméstico, para el cual se han tenido que incrementar las disponibilidades hídricas de la región mediante la construcción de desaladoras, con el consiguiente efecto sobre los costes del agua suministrada. Nos encontramos con una región especialmente vulnerable a esta disminución de caudales, donde se reutilizan el 50% de los caudales de agua residual doméstica y en la que la cantidad de agua que retorna al mar es insignificante.

Muy probablemente nos encontramos con otra consecuencia más a añadir a la cada vez más larga lista de los efectos del cambio climático.