Desde el año 2011 se están tramitando y aprobando los nuevos planes hidrológicos de las diferentes demarcaciones hidrográficas. Tan sólo quedan por aprobar el Tajo, Segura, Júcar y las demarcaciones Canarias. Estos planes sustituyen a los que todavía están en vigor desde 1998 y deberían incluir medidas que frenarán el deterioro de los ecosistemas hídricos que padecemos. Ecologistas en Acción ha estudiado y elaborado informes de cada uno de de ellos y la conclusión general es que en general son desarrollistas, no tienen en cuenta las limitaciones cuantitativas existentes en los recursos disponibles, y prácticamente ignoran los aspectos ambientales, o los consideran de forma marginal (caudales ambientales, protección de cauces y riberas, etc.). De esta manera, los informes han servido para justificar nuestro voto en contra de cada uno de ellos en el Consejo Nacional del Agua.

Todos los planes mostraban serias deficiencias, siendo especialmente agresivo el Plan del Ebro, que contempla la creación de 445.000 nuevas hectáreas de regadío en la Demarcación del Ebro (actualmente existen algo menos de 1 millón) y la construcción de un elevado número de embalses en esta misma demarcación. también se contempla la construcción de infraestructuras altamente impactantes en los planes de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas y de la del Tinto, Odiel y Piedras. Los ejemplos pueden seguir con el caso de la demarcación del Guadiana, donde se planifica el incremento de la superficie de regadío en 22.000 nuevas hectáreas o en la del Guadalquivir, donde el caudal ecológico propuesto es muy inferior al necesario para la conservación de los ecosistemas y no respeta la variabilidad estacional necesaria. Pero estos son sólo algunos ejemplos, a continuación se presentan los informes elaborados por Ecologistas en Acción donde se analizan uno por uno los planes hidrológicos de demarcación y se argumentan las razones por las que consideramos que van a tener una repercusión negativa en ríos y acuíferos.