Tras la retirada en abril del amianto depositado en unas naves de la localidad, ahora se ha producido el descubrimiento de un nuevo foco en el Sector I-4 “Ermita de Santiago” con importantes restos de este peligroso material cancerígeno ha motivado esta semana la denuncia de Espartal-Ecologistas en Acción de Valdemoro ante la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento y el Seprona. Buena parte de estos residuos se hallan destruidos, prácticamente en estado de trituración, circunstancia que multiplica los riesgos para la salud del producto dada la potencial liberación al ambiente de sus microfibras de asbesto-amianto. En las inmediaciones se localiza la Vereda de Cabeza Serranos, un área transitada por ciudadanos con mascotas y otros colectivos como ciclistas y cazadores.

La localización de dos nuevos puntos de vertido de fibrocemento al borde de un pequeño olivar ha sido comunicada esta semana al Área de Disciplina Ambiental de la Comunidad de Madrid, al Seprona y al Ayuntamiento de Valdemoro. La zona donde se han descubierto los restos se denomina I-4 “Ermita de Santiago”, un nuevo sector de suelo industrial reservado en el último Plan General que finalmente no llegó a urbanizarse.

Uno de los puntos identificados presenta restos semienterrados y triturados de placas de fibrocemento, buena parte de cuyos fragmentos se encuentran dispersos en un radio de varios metros. A juicio de los denunciantes esta circunstancia hace absolutamente necesario para el adecuado desamiantado un rastreo exhaustivo de la totalidad del terreno.

En el otro foco, alejado del anterior unos 30 metros, las placas se amontonan en superficie, a los pies de una torre de tendido eléctrico. Junto a estos restos aparecen otros voluminosos residuos plásticos, palets y maderas abandonados también de forma furtiva.

La organización ecologista recuerda que la demolición y alteración de elementos que contengan asbestos (amianto) es muy peligrosa y debe estar estrictamente controlada. La exposición a fibras de amianto puede provocar asbestosis, mesotelioma, cáncer de pulmón y cáncer gastrointestinal. La vía más habitual de entrada del amianto al organismo es la respiratoria y el principal peligro deriva del estado de los materiales compuestos por este carcinógeno. Si éstos están deteriorados y rotos, como es el caso, son más peligrosos debido a la liberación de sus invisibles partículas.

En las inmediaciones se localiza la vía pecuaria Vereda de Cabeza Serranos, por lo que existe un probado tránsito de ciudadanos con sus mascotas, corredores y usuarios de bicicletas de montaña a escasa distancia del área de vertido denunciada. Además de ello, las rodaduras próximas que se advierten a escasos metros de los residuos parecen ser resultado del acceso de vehículos agrícolas.

Espartal-Ecologistas en Acción expresa su inquietud ante el nuevo hallazgo y se preguntan qué nuevas sorpresas puede deparar una prospección rigurosa del término, tarea que consideran ya inaplazable por parte de los responsables municipales. Por ello, ante la probable aparición de nuevos puntos negros reclama en su escrito a la Concejalía de Medio Ambiente la elaboración de un inventario de todo el amianto instalado en el municipio, prestando especial atención a aquellas edificaciones cuyos materiales son susceptibles de deterioro y destrucción dado su estado de abandono.

En este sentido, en febrero ya denunciaron la destrucción de parte de los tejados de fibrocemento de unas naves abandonadas en el Camino de Ciempozuelos, a escasa distancia de dos escuelas infantiles. Los responsables municipales se vieron obligados a dictar el decreto 497/2014, por el que se procedió a la retirada de las peligrosas placas de este material.

Espartal-Ecologistas en Acción de Valdemoro considera que estas alarmantes situaciones, tan sensibles para la salud pública y el entorno, ponen en evidencia la autoproclamada conciencia medioambiental de un gobierno municipal que, a juzgar por su más reciente propaganda institucional, pareciera haber encontrado en las noticias sobre medio ambiente un barato filón electoralista.

La organización ecologista finalmente celebra la reciente -y muy trascendente- decisión del Tribunal Supremo de inadmitir el recurso presentado por Uralita, que supone la primera sentencia firme en un juicio colectivo por la que se condena a la empresa a indemnizar, con un millón y medio de euros, a los familiares de 18 trabajadores de su factoría de Getafe que fueron contaminados con el polvo tóxico del amianto.