La causante de la plaga que está diezmando las chumberas (Opuntia maxima) de buena parte de Andalucía es la cochinilla del carmín, al parecer, compuesta por dos insectos de la misma familia: el Dactylopius coccus y el Dactylopius Opuntiae. Un insecto del que, desde hace muchos siglos, se extrae un potente tinte o colorante natural de color rojo intenso y de uso muy extendido hasta la llegada de los tintes artificiales.

Este insecto, que es totalmente inofensivo para el ser humano, se alimenta de la sabia de la planta a la que poco a poco va debilitando y, tras la muerte de ésta, se va desplazando a otras cercanas. Así, poco a poco va diezmando las chumberas.

Los primeros síntomas son pequeñas manchas blancas y algodonosas sobre las paletas o “pencas”. No se conocen tratamientos eficaces, aunque hay quien recomienda el uso de jabón potásico y la retirada manual con cepillo en casos de pequeñas poblaciones y siempre en los momentos iniciales de la afección. Sin embargo, en casos de afección grave se recomienda la “poda” de las hojas de la chumbera dejando siempre la parte leñosa de la misma por donde volverá a rebrotar de nuevo. Para las hojas infectadas se recomienda su destrucción por distintos medios para evitar su propagación (enterrar completamente).

Según noticias publicadas en diversos medios, esta plaga se localizó por primera vez en la península en Murcia, en el año 2007; desde esa fecha y desde ese lugar su expansión ha sido imparable y amenaza con destrozar las chumberas de Andalucía.

A pesar de que la chumbera no es una especie autóctona de la península, puesto que fue introducida tras la llegada de los conquistadores castellanos a América, se ha hecho muy popular llegando a formar parte del paisaje andaluz, sobre todo de los lugares semiáridos y soleados de nuestro territorio. Es una planta humilde y resistente a la sequía que consigue sobrevivir en condiciones difíciles. Su fruto: el chumbo o higo chumbo, como popularmente se le conoce, es muy apetitoso y delicado y cuenta con numerosos consumidores, haciéndose cada vez más popular este exquisito postre; este fruto llega a su madurez a finales de agosto.

Muchos pensábamos ingenuamente que esta plaga no llegaría a Ronda dadas sus especiales condiciones bio-geográficas (altitud, temperatura, etc.) pero las imágenes observadas en los ultimas semanas en las Cornisas del Tajo frente al mirador del Convento de Santo Domingo y junto a los Jardines de Cuenca nos demuestran tristemente que ya está aquí y de manera preocupante.

Es posible que las altas y continuadas temperaturas de este verano, hayan contribuido a su desarrollo, quizás todo un síntoma de una más de las numerosas plagas que nos acechan por el Cambio Climatico, algo que no parece preocupar a Gobiernos y a muchos ciudadanos.

Desde Ecologistas en Acción de la Serranía de Ronda se solicita la actuación coordinada de la administraciones públicas (Ayuntamiento, Diputación y Junta de Andalucía) para hacer frente a esta plaga que amenaza con destruir las chumberas de la Serranía.