El Grup d'Estudi i Protecció dels Rapinyaires–Ecologistes en Acció ha presentado ante la Consellera de Medi Ambient la redacción de un “Plan de Acción en la población de águila-azor perdicera en Castellón”. Dicho plan que ya se presentó en el 2012 a la exconsellera de Medi Ambient, quien no hizo caso, de las informaciones que el GER-Ecologistas en Acción le aportaba para disminuir el número de agresiones que sufre la población de esta águila.

Ahora el GER-Ecologistes en Acció vuelve a presentar dicho Plan a la nueva Consellera de Medi Ambient, con la esperanza de que se le tenga en cuenta y que no quede aparcado en un cajón.

El águila perdicera catalogada como especie en Peligro de extinción a nivel europeo y como “Vulnerable” en la Comunidad Valenciana, pasa por la peor situación de su historia, encontrando pérdidas de parejas nidificantes y abandono de territorios de cría en un 28,3%, pasando de 130 parejas a 93 pp. en la Comunidad Valenciana y del 42,2% en Castellón desde la década de los ochenta, pasando de 45 parejas a 25 pp., e incluso menos.

El Plan alerta de los principales problemas que afectan a la población reproductora, tanto a los adultos como a los jóvenes, encontrando que la causa principal de muerte de las águilas son por colisiones en tendidos eléctricos o electrocuciones en las torres eléctricas, cifra que llega al 60% de todas las muertes en la Comunidad Valenciana, y al 47% en Castellón, seguida por la muerte por disparos con un 12% en la C.V. y un 17,6% en Castellón y la tercera causa de muerte directa es el ahogamiento en balsas anti-incendio y de riego.

A estas cifras se unen los grandes problemas que tienen para reproducirse, no llegando a 1 pollo pareja/año (productividad= 0,7 p/p/a), lo que debe hacer saltar todas las alarmas, pero además se une que alrededor del 30% de las parejas fracasan en la reproducción, no llegando a sacar ningún pollo.

El Plan se estructura en 3 fases. La primera “actuación a corto plazo” (actuar en el 1º año), la segunda “a medio plazo” (actuar entre 2 y 3 años siguientes) y finalmente “actuaciones a largo plazo” (entre 4 y 5 años), con los objetivos:

  • Mantener las zonas de cría con parejas adultas, evitando los abandonos.
  • Aumentar el número de parejas nidificantes (parejas que nazcan pollos).
  • Aumentar la tasa de vuelo (nº de pollos que llegan a volar).
  • Disminuir la mortalidad adulta y preadulta.
  • Aumentar la disponibilidad de alimento en el monte.
  • Ayudar a la recolonización de los territorios abandonados.

Para conseguir estos objetivos, se diseña un “Plan de acción continuo e individualizado”, actuando directamente sobre la problemática de cada pareja concreta y no de forma global, donde se propone según en qué fase nos encontremos, varias actuaciones:

1.- Declaración de zona protegida todos los territorios de cría de las águilas en un radio de 1 km, cuyo centro sea el nido que cría.

2.- Disminuir la mortalidad de las águilas mediante:

  • Rectificación de todas las torres eléctricas peligrosas y señalización de los cables eléctricos mediante lo llamado “salvapájaros”.
  • Vigilancia continua de las zonas de cría por los agentes mediambientales para evitar la muerte por disparo, robos de pollos en el nido o por veneno.

3.- Aumento del alimento disponible para las águilas mediante:

  • Reintroducción de especies presa (conejo, perdiz y palomo).
  • Alimentación suplementaria en parejas con falta de alimento crítico para criar.
  • Acuerdos con cotos y asociaciones de caza, para la instalación de refugios y reservas de caza.

4.- Disminuir las molestias en los cortados con nidos o alrededores.

  • Se prohibirá la escalada durante todo el año en los cortados donde nidifican las águilas.
  • Se desarrollarán rutas excursionistas a pie, a motor, etc. a más de 1 km de los cortados con nidos y fuera de la época de nidificación (del 1 enero al 31 julio).

5.- Instaurar Programas de Educación Ambiental, tanto para la edad infantil como para los adultos, donde los habitantes de la zona como los propietarios de las fincas con águilas sean protagonistas y enseñen a los escolares.

6.- Implicación de los propietarios de los terrenos donde se ubican los cortados con nidos, haciéndoles partícipes de la conservación de las águilas y en concreto de la pareja que nidifica en sus terrenos.

7.- Reuniones con todos los agentes implicados, personal de la Conselleria de Medi Ambient, asociaciones de cazadores, de montañismo, asociaciones naturalistas, científicos y expertos en el tema, responsables de las empresas eléctricas, propietarios, etc.

8.- Actuaciones de recuperación de los territorios abandonados, mediante sistemas como el “hacking natural” utilizado en otras zonas como Navarra.