En Navidad se asiste tradicionalmente a espectáculos de marcado carácter familiar como los circos. Por ello, Ecologistas en Acción utiliza de nuevo la cercanía de estas fechas para pedir que no se asista a espectáculos circenses donde se utilicen animales, debido al continuado maltrato animal del que son objeto en estos espacios

Detrás de cualquier participación de animales en números circenses existen centenares de horas de castigo (golpes, largos periodos sin comer, incluso descargas eléctricas) hasta conseguir que un animal realice una determinada pirueta. Están casi toda su vida hacinados en jaulas y contenedores donde apenas pueden darse la vuelta. Son sometidos a la extirpación de garras, entre otros daños físicos, y carecen de las necesidades más elementales para poder desarrollar sus comportamientos naturales básicos. El uso de animales para espectáculos circenses es una práctica de maltrato animal y, como tal, debe ser erradicada.

Ecologistas en Acción ha denunciado en varias localidades casos especialmente graves como el de los circos Nevada, en Tarifa, y 'Víctor, el espectáculo de las maravillas', en su paso por la provincia de Alicante. Asimismo, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil desalojó un circo clandestino en la provincia de Soria, sobre cuyos animales no existía ningún tipo de control, después de haber estado de gira durante meses por localidades de Aragón y Castilla y León.

La sensibilidad social creciente por este asunto se está trasladando a algunas instituciones. Destaca el pronunciamiento del Parlament de Catalunya que ha prohibido mediante una ley el uso de animales en circos en todo su territorio y los más de 60 municipios del resto del Estado que, durante el último año, especialmente después de las elecciones de mayo, están adoptando medidas en este mismo sentido, ya sea a través de la declaración de localidades «libres de circos con animales» o con la modificación de sus ordenanzas. En la actualidad, según el seguimiento realizado por Ecologistas en Acción, existen 230 localidades cuya normativa municipal prohíbe la instalación de circos que usen animales.

Estas medidas tienen una incidencia directa: por un lado, hay una mayor información al público sobre aspectos de maltrato animal en los circos que se esconde o minimiza durante las funciones. Por otro lado, se está dando una importante reconversión en el sector para prescindir del uso de animales en algunos de los cerca de 40 circos que Ecologistas en Acción tiene detectados que todavía los usan, al tener cada vez menos localidades donde hacerlo.

El circo sin animales, contrariamente a lo defendido por las compañías circenses que los usan, es ampliamente aceptado por el público familiar. Incluso en algunas estadísticas se ha notado un aumento de espectadores en los primeros. El número de compañías circenses que no utilizan animales es muy superior a las que sí los utilizan, con lo que existe una gran oferta. Para Ecologistas en Acción su calidad es indiscutiblemente mayor, al no basarse en el maltrato animal. Este hecho ya se venía demostrando desde hace años por compañías circenses de todo el territorio peninsular, ampliamente reconocidas y premiadas internacionalmente, que nunca han utilizado animales en sus números.

Es comprensible que las personas más jóvenes se sientan atraídas por la presencia de grandes animales en sus ciudades, pero Ecologistas en Acción insiste en potenciar una educación que ponga en valor el disfrute de nuestro entorno más cercano y el conocimiento de las especies que lo habitan. El oso, por ejemplo, es una especie gravemente amenazada en la Península Ibérica. Debemos explicar a nuestras hijas e hijos que el lugar de esta animal es el medio natural, no el circo, cautivo en jaulas, cercado por el sufrimiento y el látigo. No es gracioso ver un oso bailar, sobre todo si para ello es sometido durante horas cada día a descargas eléctricas.

La utilización de más de una cincuentena de especies de vertebrados silvestres en los circos del Estado español obliga a seguir dando pasos para conseguir la erradicación de estos espectáculos. Por ello, Ecologistas en Acción pide a la sociedad una mayor implicación en ese sentido.