Este verano, la Comisión Europea presentará una nueva propuesta legislativa sobre «la decisión del reparto del esfuerzo» (ESD) para el periodo posterior a 2020. Alrededor de un 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero en Europa provienen de sectores no incluidos en el Sistema de Comercio de Emisiones (ETS) como son el transporte terrestre, la agricultura, los residuos y la vivienda. El ESD, como el instrumento climático más importante de Europa, es clave para reducir las emisiones en estos sectores. Los Jefes de Estado Europeos propusieron en 2014 establecer el objetivo de reducción de emisiones para estos sectores en el 2030 en un 30% respecto a los niveles del 2005. A la luz del Acuerdo de París sobre el cambio climático, y de las transformaciones que Europa necesita, el objetivo propuesto no es suficientemente ambicioso.

Además, este objetivo inadecuado corre incluso el riesgo de ser incumplido. Los gobiernos y las partes interesadas están intentando descafeinar las acciones climáticas europeas aún más, introduciendo lagunas o vacíos legales para minimizar sus compromisos en la reducción de emisiones y comprometer el desarrollo de futuras acciones europeas. De hecho, si todos los vacíos legales incluidos en el ESD de 2030, fueran puestos en marcha arrojarían como resultado que la UE en vez de reducir sus emisiones podría incrementarlas. En el peor escenario, estos vacíos legales permitirían a los Estados Miembros emitir mas de 2300 millones de toneladas de CO2 equivalente en el periodo de 2021- 2030, en vez de recortar las emisiones en 2400 millones de toneladas como marca el objetivo, lo que significa que la UE corre el riesgo de emitir 4700 millones de toneladas mas de CO2 equivalente [1] que lo comprometido en el Acuerdo de París.

¿Cuáles son estos vacíos legales?

1. Compensaciones por uso de tierra

El sector que incluye el Uso de la Tierra, Cambio de Uso de la Tierra y Silvicultura (LULUCF, por sus siglas en inglés) puede reducir más carbono de la atmósfera del que emite por lo que son considerados un «sumidero de carbono». Estas reducciones están actualmente excluidas del marco climático de la UE de 2020. Los Jefes de los Estados miembros de la UE acordaron en 2014 que las emisiones y reducciones de carbono relacionadas con el LULUCF deberían ser incorporadas dentro del nuevo marco climático para el 2030.

Algunos países quieren que las reducciones de carbono de los bosques y del uso de la tierra sean incluidos en la contabilidad de sus compromisos de reducción de emisiones, de forma que puedan hacer menores esfuerzos reales en otros sectores incluidos en el ESD como la agricultura, el transporte terrestre y las viviendas. Esto podría conllevar a emisiones adicionales en torno a 1350 millones de toneladas de CO2 equivalente [2] en 2030.
Sin embargo, la reducción de emisiones de carbono en los bosques y del uso de la tierra no pueden considerarse permanentes ya que la permanencia y almacenamiento del carbono en estos sumideros no puede garantizarse. Además, hay mucha incertidumbre en la medición de las reducciones atribuidas al sector LULUCF debido a i) la dificultad para medir las reducciones reales de carbono en los bosques, ii) la correcta atribución de las reducciones de carbono inducido por causas humanas o por flujos naturales, y iii) las grandes fluctuaciones interanuales. Estas incertidumbres muestran el riesgo de que los efectos que estos sumideros de carbono pueden tener, estén sobreestimados.

2. Emisiones a causa de presupuestos de carbono inflados

El objetivo total del ESD 2030, está desglosado en objetivos nacionales o «presupuestos de carbono» por países. Sin embargo, estos presupuestos nacionales de carbono para el periodo posterior al 2020 se pueden calcular usando diferentes puntos de partida. Se espera que muchos de los Estados miembro alcancen con creces sus objetivos de reducción de emisiones en el 2020, ya que los objetivos que se fijaron eran muy bajos [3]. Por tanto, establecer los presupuestos nacionales de emisiones sobre la base de los objetivos de los estados miembros para el 2020 permitiría a los países de la UE emitir más carbono en el periodo del 2021- 2030 que si partiéramos de los niveles reales de emisión que se produzcan en 2020. Permitir a los Estados miembros establecer sus futuros compromisos de reducción de emisiones sobre la base de los nada ambiciosos objetivos del 2020 podría significar una emisión extra de 751 millones de toneladas de CO2 equivalente [4].

Al mismo tiempo, en el caso de los cuatro Estados miembro que no están en vías de cumplir sus objetivos del 2020 no deberían de ser eximidos por no cumplir sus objetivos y se les debería hacer responsables por su falta de cumplimiento de sus contribuciones haciéndoles establecer sus objetivos a partir de los establecidos para 2020.

3. Excedente de derechos de emisión en el ETS

Los líderes de la UE acordaron en 2014 que algunos países podrían usar un limitado número de derechos de emisión del sistema de comercio de derechos de emisiones de la UE (EU ETS) para cumplir sus objetivos de ESD. Algunas estimaciones sugieren que este vacío legal podría llevar a una emisión adicional de 300 millones de toneladas de CO2 en el periodo del 2021- 2030 [5] [6]. Esta propuesta permitirá a estos países declarar que están reduciendo emisiones del sector del transporte, agricultura, residuos y construcciones, sin realmente hacer ningún esfuerzo para reducirlas. Debido a que el ETS probablemente permanecerá con un exceso de oferta de cuotas de emisión hasta por lo menos el 2030, el traspaso de estos excedentes de derechos de emisión no conducirá a una reducción en el sector del ETS. Contrariamente, esta transferencia se aprovechara del enorme exceso de oferta de los derechos de contaminación del ETS, y su bajo precio, retrasando las acciones a tomar para recortar emisiones de carbono de los sectores no incluidos en el ETS, llevando a una mayor contaminación en la UE hasta el 2030.

4 + 5. Transferencia de aire caliente (superávit de ESD y compensaciones internacionales)

Para el 2020, los países Europeos esperan haber acumulado alrededor de 1500 millones de toneladas de los derechos de emisión de carbono no utilizados durante el actual periodo ESD [7]. Este «aire caliente» representa una acumulación del exceso de los derechos de emisión y es una consecuencia de los vacíos legales existentes, y de los objetivos poco ambiciosos establecidos hasta el 2020. Los países de la UE también pueden comprar un total de 750 millones de toneladas de créditos de emisión de carbono [8] de proyectos de compensación a terceros países.

Aunque actualmente está prohibido transmitir este «aire caliente» en el periodo posterior al 2020, algunos países quieren hacerlo. Si se permite esta transferencia podrían liberarse 2250 billones de toneladas de CO2 equivalente adicionales para el nuevo período de ESD para el 2021-2030. Este «aire caliente» significa que colectivamente los miembros de la UE, no tendrían que tomar ninguna medida adicional para cumplir sus objetivos del ESD para el 2030.

Traducido por: Cristina Sevilla, red de traductores voluntarios/as de Ecologistas en Acción.

Notas

[1] Datos del instituto Öko, Mayo 2016

[2] Instituto de Öko, 2015. Impactos en el objetivo climático de la UE de 2030 de incluir LULUCF en el marco de las políticas climáticas y energéticas.

[3] AEMA 2015. Tendencias y proyecciones en Europa 2015. Seguimiento del progreso de los objetivos climáticos y energéticos Europeos.

[4] Datos del instituto Öko, Mayo 2016

[5] Datos del instituto Öko, Mayo 2016

[6] Instituto de Öko, 2015. Mejora en las flexibilidades para la Decisión del Reparto del Esfuerzo Europea de 2030.

[7] AEMA 2015. Tendencias y proyecciones en Europa 2015. Seguimiento del progreso de los objetivos climáticos y energéticos Europeos.

[8] Instituto de Öko, 2015. Mejora en las flexibilidades para la Decisión del Reparto del Esfuerzo Europea de 2030