El empleo de veneno con fines cinegéticos no deja de castigar a la fauna de protegida de Castilla-La Mancha, en particular de la provincia de Toledo.

Un nuevo caso ha salido a la luz tras las actuaciones de los agentes medioambientales de la Junta de Castilla-La Mancha. A finales del mes de noviembre pasado se localizaban en un coto de caza del término municipal de Gerindote (Toledo) cinco milanos reales y otras rapaces muertas junto a varios cebos, así como algunas cajas-trampa.

Las investigaciones todavía en curso, de ahí que se ha demorado el dar conocimiento del caso, ponen de manifiesto el empleo de métodos de control de predadores como el veneno y las trampas dentro de un coto de caza menor del citado término municipal.

Ya están en trámite los expedientes sancionadores y de suspensión de la actividad cinegética mientras en los juzgados de Torrijos se tramita la parte penal del caso, ya que el empleo de veneno y de artes de caza como las cajas-trampa, así como la muerte de especies protegidas están sancionadas penalmente.

Con este es el tercer caso en tres años de envenenamiento masivo de aves que afecta sobre todo al milano real en la provincia de Toledo. Esta especie, declarada en peligro de extinción por la creciente merma en sus poblaciones reproductoras, es especialmente vulnerable al veneno ya se alimenta de animales muertos y de los restos o despojos que encuentra ocasionalmente. De hecho, en Castilla-La Mancha su población reproductora está cercana a la desaparición. En 1994 se censaron cerca de 100 parejas y en 2014 sólo se consiguieron contabilizar 7 puntos de reproducción, sólo 2 de ellos en Toledo.

Ecologistas en Acción considera que se sigue sin hacer lo suficiente para combatir el veneno en provincias como Toledo, donde la ardua labor de los agentes medioambientales se ve muchas veces condicionada por el exceso de trabajo y por la lenta tramitación de los expedientes. Tampoco se está haciendo lo necesario para salvaguardar a nuestras especies más amenazadas como el milano real.

Por ello es absolutamente necesario, si no queremos que desparezcan especies que son propias de nuestra región, que se incrementen las labores de vigilancia del medio natural y que se tramiten diligentemente los expedientes sancionadores y de suspensión de la caza en aquellos cotos que como los de Gerindote en donde se producen este tipo de delitos medioambientales.