El Grupo de Trabajo del Convenio de Diversidad Biológica (CBD) reunido la semana pasada en Granada ha recomendado el mantenimiento de la moratoria a Terminator, pero la resolución aprobada debilita de forma alarmante anteriores disposiciones, allanando el camino al desarrollo de tecnologías para la creación de semillas suicidas.

A pesar de la enérgica defensa de la moratoria de una mayoría de los países miembros, Estados Unidos -que no ha firmado el CBD- Australia, Nueva Zelanda y Canadá presionaron para eliminar del texto cualquier referencia a los impactos negativos de este tipo de tecnologías y para introducir exigencias que minan la moratoria internacional. La representante de Australia destacó por su postura intransigente y posición cercana a la industria biotecnológica y a Estados Unidos. Condicionó la afirmación del principio de precaución a una evaluación caso por caso, logrando una redacción que podría interpretarse como vía libre a la tecnología Terminator a nivel nacional.

El texto ignora el informe del Grupo Especial de Expertos Técnicos al Convenio (AHTEG) y las recomendaciones del Foro Internacional Indígena celebrado estos días en Granada, que declaró que Terminator es una amenaza para el bienestar y para la soberanía alimentaria de los pueblos indígenas y campesinos.

El portavoz del Grupo Africano -el más apasionado defensor de la moratoria junto con Filipinas y Egipto- señaló que Terminator afectaría de forma especialmente negativa al continente Africano, donde el 90% de la semilla sembrada proviene de las cosechas de los agricultores, y afirmó que “una tecnología que bloquea la capacidad de reproducirse de los seres vivos socava de forma fundamental los objetivos del Convenio de Diversidad Biológica”. La Unión Europea y Noruega abogaron asimismo por el mantenimiento de la moratoria. Brasil y la India han prohibido las tecnologías genéticas de esterilización de semillas.

Aunque esta resolución tiene gran importancia, la moratoria sobre Terminator se decidirá en la reunión del CBD en Brasil a finales de marzo. Ecologistas en Acción solicitará al Ministerio de Medio Ambiente que en dicha reunión reafirme la postura precautoria mantenida en Granada, haciéndose eco del rechazo social mayoritario a una tecnología que no reporta ningún beneficio a la sociedad y que responde únicamente a los intereses de la industria biotecnológica, constituyendo un grave riesgo para la biodiversidad.