Ecologistas en Acción ha revisado la normativa de las Comunidades Autónomas (CC AA) que regula el uso del fuego en el medio natural y ha comprobado que se ha producido una sustancial mejora en el nivel de seguridad para reducir el número de incendios forestales, aunque algunas de las CC AA con mayor número de incendios forestales son las que presentan una normativa más permisiva con prácticas responsables de un importante número de incendios forestales cada año en Estado español.

El uso del fuego en actividades agrarias y recreativas en el medio natural es la principal causa de los casi 21.000 incendios forestales que se producen cada año en el Estado español. El 53,65% de los incendios con causa conocida en el último decenio se debieron a quemas agrícolas (rastrojos y restos de podas) y a quemas de matorral para regeneración de pastos para el ganado, mientras que los incendios provocados por pirómanos no llegaron al 8% de los siniestros. Otras actividades con riesgo de producir incendios son el lanzamiento de colillas o cerillas por los fumadores, la realización de hogueras y barbacoas, la quema de residuos o escapes de vertederos, los trabajos forestales, el uso de maquinaria o motores, o el uso de material pirotécnico.

Galicia, Asturias y Cantabria, a pesar de sufrir más del 60% de los incendios y casi el 40% de la superficie forestal quemada, siguen permitiendo determinadas prácticas que son el origen de numerosos incendios forestales.

Cantabria es probablemente la Comunidad Autónoma más permisiva en cuanto a la regulación de las prácticas de riesgo del fuego en el medio natural. Se autoriza la quema de rastrojos y restos vegetales, no ha regulado el uso del fuego en las áreas de descanso de la red general de carreteras y se consiente el uso de fuego en las áreas recreativas.

En Galicia, aunque se han establecido nuevas limitaciones para la circulación de vehículos a motor por el monte, se estrecha el margen y las condiciones para la utilización de maquinaria agrícola y forestal y se restringe el uso de fuego en las áreas recreativas, se sigue pudiendo quemar restos vegetales y matorral con autorización administrativa fuera del periodo de máximo peligro. El año pasado se expidieron casi 250.000 autorizaciones para “quemas controladas”, muchas de las cuales acabaron afectando a los terrenos adyacentes.

En el otro extremo se sitúan Navarra y Castilla y León. Ambas comunidades han mejorado sustancialmente la normativa en materia de prevención de incendios forestales ( Ver cuadro ).

La aprobación en el verano del 2005 de un Real Decreto que establecía una serie de limitaciones en cuanto a la quema de rastrojos y restos vegetales, circulación de vehículos a motor por el monte en periodo de alto riesgo, de condicionantes para el uso de maquinaria agrícola o forestal en terrenos forestales o próximos éstos, y prohibiciones del uso del fuego en el ámbito recreativo, supuso una reducción notable en el número de siniestros forestales. Así lo confirmo en su momento el Ministerio de Medio Ambiente.

Ecologistas en Acción viene desarrollando la campaña “En cada incendio forestal algo tuyo se quema”.